domingo, 7 de abril de 2013

Capítulo 10-Mentiras.-Annie

                                 Capítulo 10 -Mentiras.














Una claridad difusa ilumina el horizonte y se refleja en las dunas, detrás de las enormes vallas. El aire intenso de la mañana huele a sal. Empiezan a oírse tímidas  voces en el puerto. Hoy mi madre me había encargado ir, para colocar unas redes en la barca de un pescador. Se levanta el aire y me estremezco, mientras contemplo el desierto. Un lugar prohibido para los habitantes del distrito cuatro. Los pocos que han intentado escapar, no han vuelto. Dicen que es imposible sobrevivir ahí, sin agua, ni comida y un calor aterrador. Todo es igual, seco y lleno de piedras ardientes.Cuentan que además hay enormes pájaros capaces de matar a una persona. ¿Es verdad? ¿O es solo otra mentira para que sigamos sometidos por el Capitolio? En los demás distritos hay bosques, donde se puede huir, allí la vida transcurre tranquila. A veces e pensando en que los aerodeslizadores te pueden buscar, pero el Capitolio esta demasiado ocupado con sus Juegos y no se molestaría en buscar a dos o tres personas. Aun así, si escapase, no podría llevar a Tiáre ya que su familia es muy conocida, y mi madre no quería. 

De repente oigo a alguien llamándome :

-¡Annie!¡Annie!- grita. Es Aaron, lleva una cesta colgada del brazo. Al girarme me sonríe .

-Aaron ¿Que haces aquí ?- le pregunto con voz ronca.

-Valla saludo, venía a hacer un recado a mi padre, después iba a llevarte unos tarros de miel.- me contesta mirándome alegre.

-Lo siento, yo también estoy haciendo un  recado de mi madre. ¿En serio? No tenías porque traerlos. No tengo dinero para pagarte.- le digo.

-No tienes que pagarme nada, es un regalo.- 

-Pero yo no puedo aceptarlo... no te he dado nado, tus padres seguro que se enfadaran.

-Podríamos dar un paseo, si te apetece. Y discutimos eso.-

-Esta bien, pero antes tengo que terminar esto.- le respondo señalando las redes. Tras acabar, redeamos la plaza, que esta abarrotada de mercancías y personas. Esta noche iban a retransmitir las entrevistas de los tributos. La gente ya comenzaba a hacer apuestas sobre quién sería el ganador de los Juegos o cuanto durarían los tributos del distrito cuatro en la arena. Mañana empezaban y pensarlo me asustaba. Finnick puede ganar, aunque halla profesionales. Cada vez que enciendo la televisión, las presentadoras alaban su físico u su elevada puntuación en los entrenamientos. Su encuentra entre los favoritos. 

Paseamos por la playa. Cuando hablamos, Aaron evita hablar sobre su familia. Creo que oculta algo, jamás he visto a su padre y todos comentan sobre él cosas horribles. Tal vez, sea un profesional, parece fuerte. Decido preguntárselo :

-Aaron, ¿Eres un profesional?- él suelta una enorme carcajada. Yo le miro enfadada, no le comprendo.-¿Que tiene de gracioso?-

-Nada, pero es que nunca me han echo esa pregunta. No parezco un profesional.-

-¿Porque no?- le miro extrañada, pero sonriendo a la vez.

-No entreno, pesco de vez en cuando y recojo miel. Si, Annie soy raro. O por lo menos eso dice la gente de mí.- me contesta.

-Por tu familia...tengo que aceptar que antes pensaba eso de ti. Nadie ha visto a tu pare desde hace años y tu madre y tu hermana siempre están serias en el mercado.- le suelto. Y me arrepiento, de lo que acabo de decir. Bajo la cabeza, consciente de que he dicho una gran tontería. 

-¿En serio? ¿As intentado hablar con mi familia para por lo menos comprobar que son raros?-

-Yo.. lo siento Aaron. He dicho una tontería y no quería enfadarte. Perdón.-

-No as dicho nada tan malo, pero me enfada que las personas juzguen sin saber.-

-Te entiendo, gente como Arla se reía de mi cuando era pequeña. Mi familia tenía bastantes problemas con el dinero -

-Y mira ahora lo que le ha pasado. El dinero no salva a nadie del Capitolio.-no puedo evitar esbozar una sonrisa. "Nadie la salvara". Arla no era una profesional, sus padres eran los dueños de la botica del distrito y eso no la ayudara en la arena.

Se hace tarde, ya debe de ser la hora de comer. Después de aquel paseo, Aaron me acompaña a casa y al final acepto y me da los tarros de miel. Me paso la tarde entera viendo la televisión, escuchando los absurdos comentarios de los presentadores sobre los Juegos.

Más tarde voy con mi madre a la plaza, van a retransmitir las entrevistas en las pantallas que hay instaladas . Cuando llego, mi madre se va con unas vecinas y Aaron me agarra de la muñeca por detrás y me saluda, viene con Tiáre.

Este año, Caesar lleva el pelo de color amarillo, los párpados y los labios pintados del mismo color chillón. Ilumina todo a su paso en el escenario y algunas personas que hay a mi alrededor se ríen de sus chistes. Afortunados, pienso. No todo el distrito cuatro odia al Capitolio, los comerciantes viven bien. Solo los que vivimos a las afueras sufrimos la pobreza o la desnutrición.

Los tributos del distrito uno no tienen ningún problema en conectar con el público. Ambos son rubios, y con sus trajes a juego causan furor. Las entrevistas duran tres minutos, pasados los cuales suena un zumbido y sube el siguiente. Sirven para ganar a los patrocinadores indecisos, el carácter o la respuesta de cada uno determina si vas a sobrevivir o no. Arla, con su vestido blanco imitando la cola de una sirena impresiona al presentador, quién alaba su pelo pelirrojo. Parece encantadora, pero también maliciosa. Finnick bromea sobre lo extravagante que es la comida en el Capitolio.Lleva un elegante traje color azul a juego con sus ojos. Le preguntan que hizo en los entrenamientos para conseguir una elevada puntuación, y él responde :

-Umm...prefiero no rebelar mis habilidades. Aunque digo que he intentado ser yo mismo.-

-¿Nos vas a dejar con la intriga hasta mañana?- protesta Caesar.

-Así es. Espero impresionaros.-responde.

-De momento lo estas haciendo. Bueno...- sigue con un tono mas pausado.-¿Y hay alguien, una chica, tal vez una amiga esperándote en tu distrito?-

-No.-

-Entonces veo que eres un solitario.- dice, y suena el zúmbido.- se nos ha acabado el tiempo, un plácer conocerte Finnick, tributo del distrito cuatro.

Los aplausos y los gritos continúan hasta que sale la tributo del cinco.

"No". Una palabra que se repite en mi cabeza. Ni si quiera soy su amiga. Durante un momento me quedo paralizada, me ha estado mintiendo y yo he sido tan ingenua, que le he he creído. Me siento ridícula, Finnick Odair me ha engañado.




4 comentarios:

  1. Lo ha hecho para sobrevivir Annie *-* No es verdad, por favor, no lo creas T_T En la guerra todo vale aunque se rompan corazones por el camino. Por eso odio al Capitolio ¬¬ Pero a ti te quiero por escribir tan bien MT ^^
    Muchos besos

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    1. jajajajja REAL!Ya veras en el siguiente cap, espero que tambien te guste ^^ el Capitolio como siempre igual de.... hhjiwobc-odioso. Yo si que te quiero a ti, futura escritora!
      Un mar de besos M.T

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  2. Jajajaja de acuerdo con Crispi, aunque me da mucha pena Annie... Pobrecilla :(.
    El capítulo muy bien, ¡un beso!

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    1. JAJAJA me alegra que te guste, muchas gracias!^^ espero que el siguiente sea mas "alegre"
      Besos M.T

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