viernes, 26 de abril de 2013

Capítulo 1- Una vida mas.-Finnick.

                                Capítulo 1- Una vida mas.

                                                         




Explotaba y después caía.
Iba en caída libre, precipitándome en un gran vacío.

-Finnick.-me llamaba ella, y el sonido de su voz bastaba para acelerar mi corazón.

-¡Ayúdame!-

También ella se desplomaba en el vacío. Estiré el brazo para cogerla, pero aunque lo alargue tanto como pude, mi mano se cerro vacía. Noté el contacto de sus dedos por última vez, era como si ya lo conociera y su perdida me indicaba que no podía vivir sin ella.
¿Que me estaba pasando? Otra vez ese sueño. Se me repetía a veces, pero nunca conseguía recordarlo del todo. Siempre me acordaba de la misma parte : la chica caía y yo también, debía sujetarla, pero no podía. Me sentía mal, con una gran sensación de perdida.

-¡Socorro! ¡Ayuda!- escucho gritar a alguien. Abro los ojos y me siento rápidamente sobre la arena, mientras concentro mi mirada en el mar para ver de donde proviene aquella voz. Entonces la veo, es un minúsculo punto en la gran masa de agua. Me zambullo en el agua casi al instante. Subo para tomar aire, respirando hondo, para volver a sumergirme varias veces, hasta que llego. Puedo ver un cuerpo flotando, agarro a aquella extraña por la cintura y la arrastro a la playa sujetándola. 

Notó que esta temblando, y la rodeo con mis brazos. Tiene un precioso pelo castaño, y unos labios rosados, su piel es pálida, se parece a las muñecas de la tienda de juguetes del distrito. Susurro de vez en cuando en su oído, para calmarla. Finalmente tose y la suelto. Ella se gira y me mira extrañada.

-Hola. ¿estas mejor?- le pregunto.

-Emm...si.- me responde evitando mi mirada.

-Me llamo Finnick, Finnick Odair ¿y tu?.- se coloca en frente mía y me mira con ojos curiosos.

-Annie Cresta. Gracias por salvarme y perdón por molestarte.- dice, con inocencia. Y siento pena por ella, tal vez sea como yo, de la zona mas humilde del distrito cuatro. Vivo solo con mi padre, no se ni se podría decir que vivo con él ya que se pasa los días bebiendo. Siempre esta borracho desde que mi madre murió. Jamás la llegue a conocer, falleció meses después de darme a luz. Tras nacer yo, ella cayo muy enferma y mi padre no pudo conseguir los medicamentos necesarios. Por eso prefiere padecer borracho olvidando sus penas. Piensa que todo es por su culpa, y solo sigue vivo por mi, la última promesa que hizo a mi madre, mantenerme vivo. Pero yo se que no es así, si no fuese por el Capitolio no viviríamos en la pobreza. Los primeros distritos tenemos mas privilegios que los demás, somos sus favoritos y los últimos no tienen tanta suerte ya que viven en una pobreza mucha mayor que la nuestra. Los medicamentos son escasos aquí  y la única botica tiene unos precios desorbitados que solo se pueden permitir los habitantes mas ricos.

-No es nada, ha sido un placer salvarte, no molestas.-le contesto sonriendo.

-Si, si que lo hago. Seguramente habrás estado haciendo algo y yo te habré interrumpido.-replica, mientras se levanta. Le saco una cabeza, debe ser un año menor que yo.

-Estaba pescando, mejor dicho practicando. No se me da nada bien y es un aburrimiento...- no e echo nada en todo el día. He intentado pescar, esperando pacientemente, pero nada. Igual que ayer. A veces me pregunto si conseguiré pescar algo mas que algas.

-Comprendo, lo e echo te he molestado. Sera mejor que me vaya.- yo también me levanto.

-No, no lo as echo, salvarte ha sido lo mas animado de este día.-

-Si, verme hacer tonterías y gritando como una loca en el agua ha debido de ser muy gracioso.-

-¡No! Me as entendido mal, solo decía que haber salvado una vida, es mucho mejor que pasarse el día pescando. Y no hacías el tonto. ¿No sabías nadar?- le pregunto sorprendido.

-No ¿algún problema?-

-Si, estamos en el distrito cuatro, pesca. Nadar es fundamental. Debes de ser la única habitante del distrito cuatro que no sabe nadar.-

-Tu no sabes pescar.- me dice indignada. No puedo evitar sonreír al ver su expresión.

-Ya, pero yo ya aprenderé. Si no sabes nadar... ¿como piensas ganarte la vida?- admito, alzando los ojos.

-Sencillo : mi madre hace redes de pesca, no tengo la necesidad de saber pescar ni nadar.-

-¿Y no quieres aprender a nadar?-

-No se...-


-Si quieres yo....te podría ayudar a aprender. Me aburro mucho por aquí, y tu  puedes enseñarme a hacer redes de pesca.-

-Vale.-

-¿Prometido?-le digo y le ofrezco mi mano.

-Si. Yo Annie Cresta prometo venir todos los días a la playa para cumplir la promesa que tengo con Finnick Odair.-nos damos la mano riendo. Miro la puesta de sol que indica que la noche se acerca y pienso que aunque no haya pescado nada  y no vaya traer nada a casa, e salvado una vida. Una vida mas.


2 comentarios:

  1. Ay Finnick, Finnick... estoy deseando saber qué pensaste durante esos días antes de la cosecha, antes de que todo tu mundo se te viniera encima... Y también en la arena y después y... vale me has pillado MT quiero saberlo TODO XD Me gusta mucho cómo te ha quedado este primer capítulo desde el punto de vista del chico de los azucarillos ;)
    Muchos besos

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    1. jajajaja me alegra que te guste, aun estoy pensando bastante en Finnick en como sera su familia y amigos. Espero que guste :) muchas gracias por comentar, me encantan tus comentarios.
      Besos M.T

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