lunes, 9 de diciembre de 2013

Mags la vencedora inmortal

Mags era muy conocida en el distrito 4, enseñaba a los niños a hacer redes o anzuelos mientras cuidaba de ellos. No tenía familia, pasaba los días recogiendo conchas o paseando en la playa. Nadie sabia con exactitud cuantos años tenía, muchos decían que había nacido antes de existir el Capitolio en los días oscuros, pero nadie conocía su historia, la de otra vencedora castigada por ganar.

Vivía con mis padres, en una pequeña casa, no me acuerdo bien, solo se que debía de tener unos cuatro años al estallar aquella terrible guerra. Los hombres fueron enviados a luchar contra el nuevo sistema del Capitolio, muchos, miles, millones murieron. Entre ellos estaba mi padre, quién por suerte sobrevivió. La situación los diez años siguientes fue muy dura, sobretodo para los distritos, lo poco que conseguíamos nos lo quitaban, otros morían por enfermedades de la guerra o por la desnutrición, recuerdo familias enteras destrozadas, cuerpos de gente demacrada o castigada por los agentes de la paz. Pero lo peor fueron los  Juegos del Hambre, aparecieron para que dejáramos de protestar, nos querían demostrar que ellos eran los únicos que mandaban. Las primeras muertes de los tributos fueron las mas duras, niños de doce años que lloraban pidiendo ayuda, otros se suicidaban y algunos intentaban luchar. Después salí elegida yo en la Cosecha, no tenía la fuerza de los profesionales del 2 o del 1, pero me las ingenie en la arena para conseguir comida. También conseguí algunas armas y fabriqué anzuelos, como me enseño mi padre. Gané, pero no todo terminó allí como creía, al parecer ser un vencedor tenía un precio. Mis padres murieron de manera inexplicable en pocos meses, me quede totalmente sola. Años después descubrí que fue el Capitolio quién los mato, desde entonces tuve que hacer de mentora, algunos de mis tributos ganaron. Tras presenciar las muertes de mis amigos o familiares morir, me hice la promesa de no tener hijos nunca. Verles sufrir era la último que quería. Pensé que moriría sola como los demás vencedores y entonces apareció Finnick. Parecía otro tributo mas y me sorprendió lo fuerte que era, solo tenía a su padre y paso hambre varias veces en su vida, aun así no parecía culpar ni odiar al Capitolio de nada. Me prometí a mi misma que intentaría que ganase, y así fue. El publico lo adoraba, creí haberle conseguido una vida mejor, pasaron los años y cada día estaba mas unida a él. Recuerdo el día en que me presento a Annie, ambos parecían tan jóvenes y felices, solo eran amigos por entonces, y note al instante que entre ellos iba a surgir algo mas. Se convirtieron en mi única familia, ya no estaba sola y tenía razones para seguir viva. Pero un día Finnick me contó lo que Snow quería de él, jamás podría tener una vida normal, tendría que ser un esclavo del Capitolio. Al principio él no le hizo caso, pero las consecuencias fueron peores, todos habíamos sufrido las heridas de la arena menos una persona. La dulce Annie, iba a pagar por ello, quedaría marcada por siempre y nosotros no podríamos hacer nada. Jamás me lo perdone, por eso salí como voluntaria en la cosecha de los 75º Juegos del Hambre, di mi vida por alguien que la necesitaba mas que yo.


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