Capítulo 5- Distracciones.-Annie

                                           Capítulo 5-Distracciones

Finalmente Fin se para y me mira. Puedo leer en su mirada que lo que me esta apunto de decir es muy importante para él.

-Quería enseñarte mi escondite, el lugar al que voy cuando quiero pensar y olvidarme de todo.Nunca se lo he enseñado a nadie.-

-Pero Fin...-no me da tiempo a terminar la frase, ya que me arrastra dentro de una pequeña gruta. El agua es cristalina, limpia, rodeada de grandes rocas y arena. Miro hacia arriba y puedo ver las estrellas. Jamás había visto nada igual.

-Es precioso ¿como lo descubriste?-le digo mientras examino la gruta.

-Una vez me quise escapar de casa . Corrí entre las rocas, me caí y lo encontré. Desde hace años vengo aquí, me gusta olvidarme de todo y reflexionar un poco.-

-A mi me pasa a veces lo mismo, desde que mi padre murió he tenido que alimentar yo misma a mi madre.Tengo miedo a que algún día se haga daño o se se haga algo y me quede sola.- admito. Muchas veces me e planteado la idea de tener que ir al orfanato del distrito, oscuro y triste.  

-No te quedaras sola, yo estaré contigo. Podrías vivir conmigo, a mi padre seguro que no le importaría. Se pasa la vida bebiendo desde que murió mi madre.- me explica, y por un momento pienso que tal vez Finnick y yo tenemos algo en común. 

-Lo siento, no quería meter ese tema. No lo sabía.-

-No pasa nada, yo tampoco quería meter ese tema- me explica esbozando una leve sonrisa.

Nos sentamos junto al agua y el me salpica.

-¿Entras?-me pregunta.

-¿Ahora?-

-Si, es solo un poco de agua.- me dice. Se quita los zapatos, la camiseta y los pantalones y se mete en el agua.Tarda bastante tiempo en salir y comienzo a asustarme. Así que me pongo a llamarle mientras me acerco al agua. De repente veo su rostro. Está allí mismo a centímetros del mío.

-¡Bu!- grita.

Retrocedo de un respingo ante su proximidad, un acto de reflejo.

-Muy divertido-le digo con sequedad al tiempo que me aparto.

-Perdón por el susto .Tendrías que ver tu cara- dice riendo.

-Si, supongo que ver mi cara de loca es muy gracioso-

-No, tu no estas loca. Lo siento, pero es que contigo es con la única persona con la que me puedo reír.-me explica apoyando los brazos sobre el borde de la roca.

-¿Y que tengo de especial?-

-No lose, pero es algo diferente y extraño.-me sonrojo.

-¿Entras? No te preocupes, si te pasa algo yo te cogeré.-

-Pero no se...-arranco yo y entonces mi voz se va apagando.

-¿Es que no crees en mí?-me pregunta humedeciendose los labios un poco con la lengua.Todas las chicas de nuestro distrito se morirían al verle, yo en cambio me rió.

-¿Que es tan gracioso?- dice sonriendo.

-Lo siento pero conmigo no funciona.-le respondo aun riéndome. Me quito los zapatos y el vestido quedándome en ropa interior. Entro,el agua esta templada. Meto la cabeza dentro, la gruta no parece nada honda.

-Es verdad, el agua esta templada.-

-Lo ves, tienes que confiar mas en mí.- exclama en tono burlón.

El resto del tiempo lo pasamos combersando sobre nuestra infancia. No paramos de hablar hasta que me doy cuenta de que debe de ser ya muy tarde. Seguramente han pasado horas y mi madre estará muy enfadada. Finnick decide acompañarme, hacemos una gran carrera y atravesamos la plaza riendo y corriendo.

Fue una noche larga y inolvidable. Después de volver de las Hogueras mi madre no se enfado, ni me regaño, simplemente me pregunto que tal me había ido. Era extraño, ya que no tenía una gran relación con mi madre. Al amanecer, el cielo estaba oscuro, cubierto de nubes. En lugar del espléndido sol del día anterior, el tiempo amenazaba tormenta.

Me paso el día entero arreglando redes. Cualquier distracción es buena para poder olvidarme de que mañana es la Cosecha. El día en el que puede que mi futuro este escrito en dos papeles.